La Misa o Santa Eucaristía, es más que una "cena". Bajo la guía e inspiración de nuestro Señor Jesucristo, se ha expandido desde sus simples comienzos para servir a un círculo cada vez más amplio de la humanidad. Siempre ha sido el acto central del culto desde el origen del cristianismo. Diseñado para ayudar a los que participan en él.

La adoración tiene un triple aspecto y propósito. En primer lugar, es la ofrenda de "adoración", es decir, alabanza y honor, a Dios Todopoderoso. En segundo lugar, está destinado a ayudar a los adoradores. Y en tercer lugar, y lo más importante de todo, está destinado a ayudar al mundo circundante en general, a través del instrumento de los adoradores, derramando sobre él, un gran poder espiritual. Sentimos y sabemos, que es bueno para nosotros elevar nuestros corazones en alabanza para unirnos más completamente con la voluntad divina. 

En la celebración de la Santa Misa, obtenemos las gracias y la fuerza necesaria para el desarrollo y buen devenir de la vida. Una Misa se puede celebrar por distintas intenciones, para nuestro propio bienestar y necesidades, y especialmente para los seres queridos fallecidos. La persona que solicita la Santa Misa no necesita estar físicamente presente, sino que se une en la oración.

• El sacerdote ofrecer a Dios cada celebración de la Santa Misa por intenciones particulares: tanto por los vivos, como por los muertos.

• En cada celebración de la Eucaristía se actualiza sacramentalmente el sacrificio de Cristo en la cruz, su muerte y resurrección, que, en el Espíritu Santo, se ofrece a Dios Padre por la salvación del mundo.

• La práctica de solicitar una Misa para un ser querido, vivo o fallecido, es una parte hermosa y maravillosa de nuestra tradición Anglicana Liberal.

• Todo cristiano puede encargar al sacerdote que celebre la Misa por una determinada intención particular.

• Debido al rol del sacerdote como mediador entre Dios y la humanidad, actuando (en la Persona de Cristo) al ofrecer el santo sacrificio de la misa, se considera que se pueden obtener gracias especiales por una intención particular.

• Los principales beneficiarios son las personas que brindan una ofrenda, ya que al regalar una Santa Misa se ayuda tanto al receptor como al sacerdote que la celebra. Se contribuye al bien de la Iglesia de Jesús.

"Los fieles generalmente hacen una ofrenda, llamada estipendio, al sacerdote para celebrar la Misa por una intención específica.

• La Santa Misa tiene un valor incalculable, ya que es el sacrificio de Cristo por la vida del mundo entero, por lo que las Misas son 'impagables'. La ofrenda realizada por la celebración de una Misa es la expresión del deseo del donante de compartir más íntimamente los frutos de ésta. El don material no solo contribuye al sostenimiento del sacerdote, sino que también expresa la entrega que de sí hace el donante a Dios.

• El estipendio es una práctica Cristiana muy antigua, que consiste en realizar un donativo al Sacerdote que celebre la Santa Misa. El Sacerdote que acepta el encargo, queda obligado a ofrecer una misa por la intención del donante.

• La práctica de hacer ofrendas para Misas data de la Iglesia primitiva, cuando los creyentes llevaban pan y vino y otros donativos a la Misa para apoyar a los Sacerdotes y a los más necesitados. En la actualidad, la ofrenda monetaria llamada "estipendio" permite a los creyentes incluir una intención particular en la celebración de la Sagrada Eucaristía. Esta ofrenda establece un estrecho vínculo entre el donante y la vida y misión Cristiana (el Cuerpo de Cristo), pues la ofrenda se convierte en una forma de apoyo material al ministro y a sus actividades pastorales.

Su apoyo económico sirve al sacerdote que la celebra para continuar con su misión apostólica.

Cada intención de Misa será enviada a Padre Johnny, quien celebrará la Misa obligatoriamente y sin demora.

La Misa se celebra dentro del mes, contando a partir del día en el cuál fue hecha la solicitud.

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